Idioma: Español
Fecha: Subida: 2020-11-19T00:00:00+01:00
Duración: 7m 57s
Lugar: Curso
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Módulo 3.2. Estilo y retórica

Descripción

MOOC sobre nociones básicas para comentar textos literarios narrativos

Transcripción

Los apartados anteriores también han ido desvelando algo sobre el estilo y con las figuras retóricas, a las que se recurre en este cuento que la niña no se atenderá al estilo, en tanto que un conjunto de características o modos predominantes en este texto y en otros del autor, aspecto en el que se centrarían principalmente la corriente estilística a mediados del siglo XX, que desde diferentes tendencias reflexionaba sobre el concepto de estilo en cuanto plasmación de una idiosincrasia un espíritu personal, el del escritor idea que siguieron autores de la talla de Bali, Dámaso Alonso, La Pesa o usando el estilo, se puede plasmar, entre otros detalles, por medio del uso recurrente de ciertas figuras retóricas, la estilística del tronco con la retórica clásica que, no obstante, en el siglo XX, también renació a través de otra corriente como la ela. La retórica al fin y al cabo se centra en el lenguaje en este caso el literario. De manera que sobre él como parte del mensaje se pone la atención con una finalidad determinada se habla principalmente de la persuasión y la belleza. Leamos un dejar momentos los vapores de la dársena. Las fugas gabarra. Sujetas al muelle al pie del hotel parecen ahora sombras en la sombra; las gabardinas se mueven poco más que el minuto de un gran reloj, pero de tarde en tarde chocan con tenue triste monótonos rumor, acompañado del ruido, de la mano de la marea, que a lo lejos suena como para imponer silencio, con voz de lechuza. En otro párrafo. De pronto, como si fuera una un formidable estallido, le hace temblar una tos seca repetida tres veces como canto, dulce, de codorniz madrugadora, que suena a la derecha; dos balcones más allá mira al 36 percibe un bulto más negro que la oscuridad ambiente del matiz. Las cámaras de abajo dos de enfermos, dos de mujer y el 36 estremece. Se acuerda de sí mismo. Había olvidado que estaba haciendo una gran calavera, una locura, aquel cigarro, aquella triste contemplación de la noche al aire. Libre fúnebre, orgía. Estaba prohibido el cigarro, estaba prohibido abrir el balcón a la, a pesar de que corría agosto y no corrían un soplo de brisa adentro adentró a la sepultura a la cárcel. Horrible al 36, a la cama al nicho. Se podría decir que el estilo de este cuento viene marcado por la ironía y por la poesía. El auto se inaugura con una descripción poética de un lugar. Lo que se consigue no es sólo marcar la tonalidad poética dominante, pues ya la primera impresión es ensombrece dora y adormecida, leíamos El Gran Hotel de la isla de su enorme sombra sobre las aguas dormidas de La dársena. Hay una alteración muy conseguida de las similar antes en esa primera opción, y un ritmo poco a poco descendente a partir del primer y único verbo verbo, que tampoco implica propiamente movimiento, que será escaso. En el relato, ello contrasta con la imagen propuesta por las numerosas posiciones que les siguen hasta 5, cuyas segundas intenciones se irán desvelando conforme se avance en la lectura, y el comentario poesía también hay aquí en esta frase, pero de tarde en tarde chocan continúe. Triste, monótono rumor. Se produce una alteración de la que puede recordar o hacer pensar en un reloj en las sucesivas a posiciones, otra alteración. Junto a un símil. Se aprecia a continuación en la cita siguiente. Se está aquí más solo que en la calle. Tan solo como en el desierto ese símil con el cómo se repetirá también más adelante. En el relato, igual que en esta cita como un muerto que en forma de fuego Fatu respira la fragancia de la noche y se vuelve a la Tierra, en este caso la luz o el fuego parece querer apagarse con el aire, emitido reiteradamente por medio del sonido enterado de la f, pero también parecen de sonar los pasos, como lo hacen todos los sonidos. Por ejemplo, en esta frase, en las escaleras en los pasillos resonaban los pasos de un huésped trasnochado, con la sinestesia de de los siguiente silencio lúgubre se confunden los sentidos con el sueño igual que se confunden en el suelo; las voces por medio de estilo indirecto, libre, por ejemplo, es la confusión del trance del sueño y hay un momento, el encuentro que habla entre dormido y despierto ese trance, el que comienza a convertirla en música. La enfermedad en poesía de la misma forma se va vascular gracias a los asociativos de los que hablaba banquero. Goyanes ejemplo de ello, como en otros tantos relatos, es el sueño, con su consecuente confusión entre realidad y ficción, la misma producida en el mundo de la literatura mundo en el que por medio de la intersexualidad de la que gustaba servirse Leopoldo Alas, los consigue introducir. También se leía lo siguiente y un pecho débil de mujer respiraba como suspiran con la niña del pecho femenino. El escritor consigue dirigir nuestra atención a la parte del cuerpo que alberga la enfermedad aquí relucir, la ironía y el juego con los dobles sentidos. En efecto, pocas líneas después leeremos que el tabaco brilla en aquella altura como un gusano de luz; de hecho. Los animales y la naturaleza suelen protagonizar los símiles como estos siguientes con voz lechuza, y más adelante como canto, dulce; de codorniz; madrugadora; así se logra un proceso de animal, aparte de la justificación de los protagonistas, pero también una humanización de los objetos como por ejemplo, cuando se habla de pan, las barras tienen cita a sí mismo dos elementos caracterizados del estilo, tanto la literatura en literatura como en prensa. Esos elementos son los puntos suspensivos y la cursiva. De hecho, llegó a decir Clarín, profesor de la Universidad de Oviedo, los siguientes, pero no por hacerme eterno, poco, esos puntos suspensivos, que indican que la materia aún no da mucho, de si por ejemplo, encontramos esos puntos suspensivos suspensivos en un eco en tono menor. En cuanto a la cursiva, hay que decir que sistemáticamente empleada, tanto para subrayar incorrecciones o Stranger ismos como tópicos, como o sentido desfigurados, incluso reticentes, así cada vez que aparece la palabra bulto en este cuento, lo hace en cursiva, al igual que otros, o la palabra compañía, asaltando así la ironía y el patetismo de la desconsolada. Una situación así pues comentamos que Clarín fue un poeta en potencia como si estuviera vaquero -Goyanes, se reafirma así se reafirma, desde el punto inaugural de dúo de La 2, una inscripción poética de un lugar técnica que muestra al realista y poeta. Lo que se consigue no es sólo marcar la tonalidad poética dominante, sino también rodear a los lectores, hasta el final de la historia de un halo entre agrio y dulce, pues ya la primera impresión es ensombrecer, dora y adormecida. Así pues, se hace el siguiente balance. Las comparaciones Bellas veces y van a marcar un estilo unificador como tal, más allá de este cuento, pues con las asociaciones de los símiles Clarín, logra sorprende en otro de sus textos a propósito de Clarín Martínez de hecho hablaba de poética. Levedad. Se podrían contar la numerosas veces que los cuentos de su edición se repite la palabra poética. Por eso Clarín es un poeta.

Propietarios

UMtv (Universidad de Murcia)

Publicadores

Carmen Maria Pujante Segura
Unidad de Innovación

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Serie: MOOC Para hacer comentarios narratológicos (enfoque analítico, crítico y didáctico) (+información)

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